Las importaciones japonesas de gas natural licuado (GNL) cayeron un 8% hasta los 64,89 millones de toneladas en el año fiscal que terminó el 31 de marzo. Sin embargo, el volumen «comercializado al exterior», o el GNL vendido a empresas extranjeras, aumentó un 21% hasta los 38,25 millones de toneladas, según una encuesta realizada por la Organización Japonesa para la Seguridad de los Metales y la Energía (JOGMEC).
JOGMEC, de propiedad estatal, realizó la 30 empresas japonesas dedicadas a la compra y el comercio de GNL, como empresas de energía eléctrica y gas, casas comerciales, refinerías de petróleo y fabricantes de acero.
Principales empresas eléctricas de Japón
Actualmente, Japón es el segundo mayor importador mundial de combustible superenfriado, después de China. El país ha estado reduciendo las importaciones de GNL debido a un cambio hacia la energía renovable, así como a la reanudación de los reactores nucleares.
Según informó JOGMEC, el volumen de manejado por empresas japonesas (que incluye volumen importado y comercializado al extranjero) aumentó un 1% interanual hasta los 103,13 millones de toneladas métricas en el ejercicio fiscal 2023/24 gracias al aumento del comercio exterior.
Japón aspira a mantener un volumen anual de importación de GNL de alrededor de 100 millones de toneladas en el ejercicio fiscal 2030/31 para mejorar la seguridad energética y mantener la influencia de Japón en el mercado internacional de GNL.
En el comercio exterior, tanto el volumen de compra de proyectos de GNL como el suministro obtenido a través de contratos a plazo y operaciones al contado aumentaron, según la encuesta del lunes. Según otra encuesta realizada por JOGMEC a 22 compradores japoneses de GNL, la proporción del volumen de contratos de GNL que conlleva restricciones de destino respecto del volumen total de contratos cayó al 39% en 2023/24 desde el 42% de un año antes, y se espera que baje aún más al 34% en 2030/31.
Los compradores en Japón se han quejado durante mucho tiempo de las llamadas cláusulas de destino que restringen la reventa y han estado negociando con los proveedores globales de GNL para eliminar la cláusula de los contratos existentes o firmar nuevos contratos sin las cláusulas de destino para obtener más margen de maniobra para revender las cargas sobrantes.
Fuente: Reuters