Según una investigación realizada por la consultora Rystad Energy, el aumento de los precios del petróleo, el gas y la energía, junto con los objetivos de la Unión Europea (UE) de volverse menos dependiente de los suministros rusos y la inflación pandémica posterior a la COVID-19 catapultarán el gasto mundial en energía este año a 2,1 billones de dólares.
Si bien los datos más recientes sugieren que el gasto en energías verdes crecerá más rápido que en el sector de los combustibles fósiles, existe una preocupación en los mercados energéticos de que la guerra en curso en Ucrania descarrile la transición energética.
«Sin la invasión, habría habido menos crecimiento en las inversiones en petróleo & gas y la participación de las energías verdes en el gasto mundial en energía sería ligeramente superior al 31% actual» indicó Rystad.
De acuerdo con la consultora, actualmente se proyecta que el gasto en exploración y producción de petróleo y gas crezca un 16%, o $142 mil millones, en comparación con el año pasado, ya que los productores de petróleo y gas de todo el mundo están aumentando sus presupuestos de inversión para aumentar la producción.
Según la cartera actual de proyectos, para este año se espera que la capacidad global de energías verdes (eólica y solar) crecerá a 250 gigavatios (GWac), lo que conducirá a que el gasto en energía verde crezca un 24%, o $125 mil millones, según Rystad.
Otro factor importante que impulsará el gasto en energía a nuevos máximos es la inflación global de los precios de los materiales, de acuerdo con Rystad, el aumento de los costos laborales y las tarifas de envío causadas por la pandemia y las sanciones impuestas a Rusia.
Según indica la investigación, en comparación con los niveles de 2020, los costes de los proyectos de petróleo y gas han aumentado entre un 10% y un 20%, debido en gran parte a las subidas del precio del acero y a un mercado más ajustado entre los proveedores. Dentro de las energías renovables, el litio, el níquel, el cobre y el polisilicio, que son todos materiales importantes en la fabricación de baterías y energía solar fotovoltaica, han aumentado los costos de los proyectos renovables entre un 10% y un 35% en el mismo período de tiempo.
De acuerdo con Audun Martinsen, Jefe de Investigación de Servicios Energéticos de Rystad Energy, “El mundo ahora está gastando más en energía que nunca. El año 2014 fue la última vez que vimos números similares. Se puede ver un cambio importante en la cantidad de gasto en energía verde, que ha aumentado. Sin embargo, el gasto en otros combustibles fósiles, como el carbón, se ha mantenido constante”.

El desglose del gasto, los gastos de capital y operativos en 2022 por subsector revela que todavía es el petróleo upstream el que domina el panorama energético, con un gasto de $ 658 mil millones y un crecimiento del 16% para producir 99,6 millones de barriles por día (bpd) en suministro de líquidos. Sin embargo, el sector de gas y gas natural licuado (GNL) también experimenta un fuerte crecimiento, con un aumento del 15% en el gasto, aumentando la producción a 396 millones de pies cúbicos por día (MMcfd) desde 390 MMcfd.
La consultora indicó que dentro de las energías verdes, eran la energía solar, la captura y almacenamiento de carbono (CCS), el hidrógeno y la geotérmica las que más crecen, con entre un 40% y un 60% de crecimiento. Sin embargo, es principalmente la energía solar a gran escala y la eólica las que agregan una capacidad adicional significativa de alrededor de 140 GWac y 110 GWac, respectivamente.
La combinación energética de Europa está a punto de cambiar
Según indicó Rystad en su informe, el abastecimiento de combustibles fósiles de proveedores alternativos a Rusia es solo una solución temporal, ya que la UE alberga el objetivo claro de reducir la dependencia del bloque de la energía de combustibles fósiles en general. La energía verde, a través de la energía solar y eólica, junto con iniciativas de hidrógeno y CCS, serán clave para mejorar la seguridad energética, pero también para cumplir con los objetivos de transición energética de los países miembros. En marzo, la Comisión Europea dio a conocer un plan para hacer que Europa sea independiente del gas ruso y el organismo REPowerEU de la Comisión ha establecido un marco para alcanzar una participación del 45 % de las energías renovables en la energía primaria para 2030. El marco exige una capacidad instalada total de 1.600 GWac en Europa para 2030. En 2022, según la actual cartera de proyectos, la capacidad global crecerá a 250 GWac y dará lugar a que el gasto en energía verde crezca un 24 %, o 125 000 millones de dólares.