La escalada global del bloqueo de gas ruso se produce en un momento en el que Brasil depende cada vez más del GNL importado. Después de enfrentarse a la mayor crisis hídrica de los últimos 91 años, las importaciones de GNL aumentaron un 187% entre 2020 y 2021 para abastecer, sobre todo, a las centrales termoeléctricas. El total pasó de 8 millones de metros cúbicos por día a 23 millones de metros cúbicos diarios. El volumen ya representa el 27 % del gas total consumido en el país, según datos de Petrobras.
En los dos primeros meses, el volumen de las importaciones de GNL aumentó un 42 %, según la Asociación Brasileña de Comercio Exterior (AEB). En el período, los precios subieron un 260 %. EE. UU., Bolivia, Qatar, Trinidad y Tobago, Nigeria y el Reino Unido son el GNL más vendido a Brasil. Los analistas destacaron la información proporcionada por la Comisión Europea de que el gas producido por países como EE. UU. y Qatar puede reemplazar más de un tercio del volumen importado de empresas rusas a finales de este año.
Hoy en día, el 40 % del gas consumido en Europa es de origen ruso. En EE. UU., que anunció ayer el bloqueo ruso del gas, la tasa es del 8 %. Para los expertos, la situación en Brasil no es cómoda.
De a cuerdo con Rivaldo Moreira, presidente de la consultoría Gas Energy, el embargo afectará a Brasil tanto con el valor del gas canalizado, ya que los contratos están vinculados a los precios internacionales y al petróleo, así como a la electricidad, ya que algunas centrales termoeléctricas tienen el precio del gas vinculado al valor de mercado del GNL.
Según Moreira, habrá una mayor disputa sobre el GNL en todo el mundo, lo que afectará aún más a los precios de los grandes compradores, como los de África y Asia. «Somos importadores de GNL y ahora lucharemos por este precio más alto porque Europa pagará más y la carga sigue al precio más alto. Esto aumentará el coste de la energía y el gas». Moreira recuerda, sin embargo, que, además de importar desde Bolivia, se espera que la Ruta 3 (una tubería de Petrobras que conectará los campos de presal con la costa de Río de Janeiro) entre en funcionamiento a finales de este año. «El mercado se volverá aún más estrecho, porque el GNL depende de la infraestructura. La situación en Brasil no es cómoda».
Según el consultor Bruno Armbrust, de ARM Consultoria, Brasil puede haber acumulado aumentos del 70 % en el precio del gas canalizado para agosto de este año. Además, recuerda que la producción de gas en el país, asociada con el volumen de importaciones de Bolivia, solo permite servir al mercado convencional y a un pequeño volumen de plantas térmicas. «Pero si es necesario un mayor uso del gas para las plantas térmicas debido a la crisis del agua, es necesaria la importación». Por lo tanto, dice que es esencial invertir más en infraestructura para el gas presal. «Tenemos que pensar en el largo plazo.
Hoy en día, EE. UU. es autosuficiente en gas debido al gas de esquisto y se encuentra en una situación más cómoda, pero no lo estamos. Este salto en los precios recientes aumentará y alcanzará el precio del gas canalizado en mayo».
Fuente: O GLOBO