TBG, propietaria y operadora del Gasoducto Bolivia-Brasil (en suelo brasileño), cuenta con una capacidad de entrega de hasta 30,08 millones de metros cúbicos de gas natural por día.
De acuerdo con la información, se espera que la construcción comience en el último trimestre de este año arrancando las operaciones del gasoducto en febrero de 2022.
El gasoducto Itapoá-Garuva, que será construido por New Fortress, conectará la red de TBG con la Terminal De Gas del Sur (TGS), que se espera entre en operación el próximo año.
Según el proyecto, el gasoducto moverá inicialmente 5 millones de m³/día de gas natural, en el futuro el volumen podría alcanzar hasta 15 millones de m³/día.
El gasoducto Itapoá-Garuva comenzará con un gasoducto marino en la bahía de Babitonga en el sur de San Francisco (SC) tendrá una extensión de unos 2,35 km. El tramo terrestre del gasoducto tendrá una longitud de 33 km, conectando con Gasbol en el municipio de Garuva (SC), ocupando una franja compartida con el gasoducto Ospar, que conecta la Terminal de São Francisco do Sul con Repar, lo que requiere una nueva intervención territorial.
En enero de este año, la Brazilian National Agency for Petroleum, Natural Gas and Biofuels (ANP) aprobó la declaración de utilidad pública para la construcción del gasoducto, permitiendo intervenciones en cualquier área de preservación permanente a lo largo del tramo del Ospar. La declaración se refiere a la franja de tierra de 613 km² entre los municipios de Santa Catarina que dan nombre al gasoducto.
TBG dijo que el pronóstico actual es hacer la convocatoria pública a finales de este año o principios de 2022.