ARPEL, la Unión Internacional del Gas (UGI) y la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) publicaron ese lunes el documento: “El gas natural en la transición hacia economías bajas en carbono: el caso de América Latina y el Caribe”
De acuerdo con las organizaciones, el documento, crítico en un momento vital, brinda un enfoque estratégico sobre el papel y los impulsores críticos para el desarrollo del gas natural hoy en día en la transición energética en el contexto específico de América Latina y el Caribe.
El informe incluye un análisis de escenarios de gas natural; un panorama de la situación socioeconómica, energética y de emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) en la región; los impulsores clave del desarrollo del gas natural y los gases de bajo carbono y presenta las perspectivas de cada país de la Región.
«Transformar el sector energético a la escala y el ritmo necesarios es una tarea hercúlea, a la que deben contribuir todos los actores del panorama energético, al tiempo que se reconoce que la transición requerirá diferentes caminos y opciones para diferentes condiciones: una serie de «transiciones» en lugar de un secuencia lineal única de eventos» indicó el documento.

Temas que destacamos del documento:
Argentina: Vaca Muerta, en la cuenca de Neuquén en Argentina, es un reservorio masivo no convencional que se está desarrollando con éxito y que ha atraído US$20.000 millones en inversiones y tiene el potencial de convertir a Argentina en el próximo país exportador de GNL.
Brasil muestra oportunidades en la región presalina,
Colombia ha demostrado el papel positivo de una fuerte penetración de gas y tiene una excelente promesa en sus recientes descubrimientos en alta mar, mientras que
Guyana y Surinam son las dos estrellas en ascenso de la industria del petróleo y el gas debido a descubrimientos masivos. que se han realizado en alta mar, abriendo la oportunidad para impulsar dramáticamente sus economías.
Rol del gas natural licuado (GNL)
- El GNL está llamado a jugar un papel cada vez más relevante en el mercado mundial del gas y en la región. A fines de 2022, había 22 terminales receptoras de GNL y 11 países importadores en América Latina y el Caribe.
- La infraestructura de GNL se ha desarrollado con relativa rapidez en la región, principalmente en los últimos 15 años, y hay perspectivas para la construcción de terminales en curso, en su mayoría FSRU flexibles.
- Cuantas más terminales se construyan en la región y en el mundo, más líquido se vuelve el mercado, abriendo oportunidades de negocios. La integración regional no es solo una cuestión de gasoductos, sino también de GNL, que brinda una gran flexibilidad y mitiga los riesgos de inversión.
Sobre el gas en el sector eléctrico y el GNL
- El gas natural es la fuente dominante de energía para la generación de energía solo en unos pocos países como Argentina, Bolivia, Trinidad y Tobago y México.
- El gas natural y el GNL ayudan a brindar flexibilidad al suministro de energía, respaldando el desarrollo de la energía hidroeléctrica y las fuentes de energía renovable intermitente.
- El caso de países como Brasil, donde el GNL fue clave durante la última sequía severa en 2021 y ayudó al país a evitar las medidas de deslastre de carga; o en Colombia donde brinda respaldo a la volatilidad hidrológica causada principalmente por fenómenos climáticos recurrentes de El Niño.
- Los proyectos de conversión de GNL en energía se han desarrollado con éxito en la República Dominicana, Panamá, El Salvador y Jamaica.
Como combustible marino:
- El GNL puede reducir las emisiones de GEI en más de un 20 % en buques búnker a corto plazo con una tecnología madura y segura que puede allanar el camino hacia el cero neto.
- La posición estratégica del Canal de Panamá y la creciente infraestructura de GNL son dos factores críticos para el éxito. Si bien no se ha avanzado mucho hasta la fecha, una exitosa experiencia de envío de GNL en el Río de la Plata.
Sobre Integración Regional y el GNL
- El GNL también jugará un papel clave en la integración regional del gas y la seguridad energética, ya que podría proporcionar la flexibilidad que las tuberías no pueden o donde no lo son factible de construir, como en las islas del Caribe.
- El GNL, y principalmente el uso de las unidades flotantes de almacenamiento y regasificación, (FSRU), ofrecen una gran flexibilidad. Sirven como respaldo para el sector eléctrico y también para la reducción de picos estacionales, como en Argentina, donde la demanda máxima de invierno está cubierta.
Para acceder al documento completo, visita https://www.igu.org/resources/natural-gas-in-the-transition-to-low-carbon-economies/